domingo, 2 de septiembre de 2018

La sequedad ocular y la Blearitis

La sequedad ocular u “ojo seco” engloba situaciones donde hay una disfunción lagrimal o mala lubricación de la superficie ocular. Puede ser debido a una falta de cantidad de lágrimas (acuodeficiente) y/o por mala calidad de lágrima (evaporativo).

Causas
Las causas más frecuentes de ojo seco son: blefaritis, edad avanzada, hormonales, menopausia, hábitos tóxicos, nutricionales, abuso de lentes de contacto, cirugía refractiva como LASIK o PRK, medicamentos (como ansiolíticos, antidepresivos, antihistamínicos, antihipertensivos, etc.) enfermedades sistémicas (como diabetes, hipertiroidismo, atopia, hipercolesterolemia, hepatitis, etc.), múltiples cirugías de la superficie ocular, cirugía del párpado, uso prolongado de medicamentos tópicos como hipotensores o analgésicos, tumores de glándula lagrimal, radioterapia de tumores oculares o de anejos, avitaminosis A, síndrome de Sjögren, alergia ocular, exposición crónica al sol, quemaduras, etc.

Diagnostico
Una anamnesis exhaustiva es fundamental ya que la mayoría de los casos de ojo seco es leve y se puede tratar de una forma sencilla. En casos que ya vienen por una segunda opinión, el especialista de ojo seco puede pedir pruebas para medir la calidad y la cantidad de lágrimas, la sensibilidad corneal, el estado de las glándulas de Meibomio, realizar una biopsia o cultivo, estudio del parpadeo, estudio del aclaramiento lagrimal, y el uso de diferentes tinciones vitales para valorar más a fondo el estado de la superficie ocular. En ciertos casos donde hay sospecha de asociación con una enfermedad sistémica, una analítica de sangre para descartar un origen autoinmune puede ser imprescindible, incluso un estudio de las glándulas salivares ya que se puede asociar el ojo seco a la boca seca.

Novedad en tratamientos
El uso de lágrimas artificiales, la higiene de los párpados y una dieta rica en ácidos grasos Omega 3 son fundamentales para lograr una estabilidad del cuadro clínico. Los lubricantes de nueva generación (sea gota, gel o pomada) no tienen conservantes y tienen propiedades regeneradoras. Algunos también tienen protector solar incorporado, o vitaminas, o componentes lipídicos para casos de ojo seco evaporativo. Todos estos componentes sirven para lograr una película lagrimal más estable. Existen productos nuevos para la higiene palpebral con antisépticos y antiinflamatorios. Para la blefaritis, tenemos disponible lamicroexfoliación palpebral y el sondaje de las glándulas de Meibomio.En casos puntuales el uso de antiinflamatorios, o inmunomoduladores, incluso el uso de terapia celular mediante la propia sangre del paciente (suero autólogo o plasma rico en factores de crecimiento) puede lograr curar las posibles heridas que tengan los pacientes con ojo seco severo.
Cabe destacar que tratando la causa de la sequedad ocular, los pacientes pueden curarse y lograr tener una vida normal sin depender de los colirios, aunque hay casos crónicos que necesitan el tratamiento de por vida.

Blefaritis limpieza de parpados y remedios caseros

La blefaritis es una inflamación de los bordes palpebrales (o párpados) que puede llegar a ser bastante molesta. Descubre los mejores remedios caseros.
Esta inflamación generada en los bordes de los párpados suele estar acompañada de pequeñas úlceras o escamas (similares a la caspa) que se reproducen en esta zona de la región ocular con mayor o menor asiduidad.
Ahora sin más dilación vamos a pasar a conocer algunos de los remedios caseros más eficaces para combatir y/o aliviar la blefaritis.

Aumenta tu higiene diaria
Puede sonar a perogrullada, pero en los casos menos graves de blefaritis una buena higiene diaria de la superficie ocular puede hacer auténticas maravillas.
Si estás pasando por un proceso inflamatorio de los párpados puntual y por el motivo que sea no has podido tener acceso a una higiene adecuada (viajes, expediciones, etc) o has estado sobreexpuesto a agentes contaminantes, el simple hecho de recuperar tu higiene diaria -una buena ducha con agua caliente- puede ayudar en gran medida a paliar esos síntomas de inflamación en los párpados.
También puedes limpiar y cuidar tu región ocular utilizando alguna crema especial para el cuidado de los párpados o toallitas para la blefaritis.
Aplicar rodajas de pepino
Las rodajas de pepino fresco recién cortado tienen propiedades antiinflamatorias y refrescantes de la superficie ocular.
Son muy útiles para descongestionar nuestros párpados, teniendo siempre presente que debemos aplicar estas rodajas con el pepino previamente lavado y que después de la aplicación debemos limpiar muy bien nuestro rostro con agua y jabón.
Rodajas de patata cruda
Si no tenemos pepino en casa, la patata cruda nos servirá para realizar la misma función refrescante y antiinflamatoria.
Antes de aplicar las rodajas de patata en los ojos, pela y lava muy bien la misma 

Manzanilla
La manzanilla es nuestro eterno clásico en cuanto a cuidados básicos de salud ocular se refiere.
Y lo cierto es que no falla, esta planta es un gran aliado contra la blefaritis y la inflamación ocular en general.
  • Recuerda que no es necesario utilizar manzanilla en rama. Las bolsitas de té de manzanilla de toda la vida hacen la misma función, siendo mucho más cómodas e higiénicas a la hora de ser aplicadas.
  • Procura que tus bolsas de manzanilla no se queden demasiado frías a la hora de ser aplicadas sobre los ojos. Una temperatura de unos 37 a 40º va suponer una ayuda extra a la hora de descongestionar correctamente las glándulas sebáceas.
Y ten mucho cuidado de no quemarte! siempre es mejor aplicar la manzanilla fría o templada antes que arriesgarse a irritar los ojos con un calor excesivo.

Champú especial para bebés
Los champús para bebés tienen la ventaja de que son muy suaves y no producen irritación en nuestros ojos. Si por casualidad o error entra un poquito de jabón en los mismos, no debemos preocuparnos.
  • Este tipo de champús son ideales para controlar nuestra higiene ocular diaria, por lo que no lo dudes y hazte con uno de estos champús en tu supermercado de confianza, tus ojos te lo agradecerán.
  • No te olvides de que debes tener los ojos bien cerrados a la hora de aplicar el agua jabonosa producida por el champú.
La clave del uso de este tipo de champú está en que con el agua y jabón generada limpies con movimientos suaves y lo más delicados posibles los párpados y partes externas de tus ojos.

Lila India o Neem
Las hojas de este árbol tienen importantes propiedades para el tratamiento de la blefaritis, gracias a su poder antifúngico y antibacteriano.
Es útil para reducir la inflamación de los párpados y para hacer desaparecer esa molesta y desagradable caspa de la región palpebral.
Para la correcta aplicación del neem, lila India o nimbo de la India se deben hervir las hojas en agua, colar y ya en frío aplicar este líquido sobre nuestros párpados. Después de unos minutos debemos retirar la mezcla con cuidado.

Mujer en China tenía mas de 100 parásitos viviendo en sus pestañas


Doctores en China hallaron alrededor de 100 parásitos viviendo en las pestañas de una mujer.

la mujer, de quien solo se conoce el apellido –Xu – acudió a un hospital de Wuhan por comezón en los ojos. Explicó a los médicos que había tenido ojos rojos e irritados por dos años ya, pero que trataba el problema con gotas que compraba en la farmacia.


El malestar empeoró repentinamente, y sus ojos llegaron a producir tantas lagañas que sus párpados se pegaron. Su familia la convenció de buscar atención médica y, poco después, los profesionales de la salud encontraron cientos de ácaros en sus pestañas.
De acuerdo con medios chinos, el problema era tal que un solo folículo podía albergar a una colonia de 10 ácaros.
La mujer admitió que no había cambiado ni lavado sus sábanas en cinco años y que utilizaba la misma funda para almohada desde 2012.
La combinación de estos factores con la falta de circulación de aire en su habitación permitió que la población de ácaros aumentara a semejante nivel, aseguraron los doctores.
La paciente fue diagnosticada con blefaritis –inflamación de los párpados– y conjuntivitis, aunque distintos medios indican que ya se ha recuperado.
Cabe mencionar que dos tipos de ácaros pueden ser encontrados en el cuerpo humano y, de acuerdo con estudios, la mayoría de los adultos cuenta con algunos de ellos en el cuerpo.

viernes, 8 de marzo de 2013

Blefaritis Demodex folliculorum


Blefaritis Demodex folliculorum

Afección muy común en la práctica oftalmológica que consiste en un estado inflamatorio crónico del borde libre palpebral que generalmente evoluciona por crisis de exacerbaciones y remisiones. Su causa es una disfunción de las glándulas sebáceas que motiva una acumulación de secreciones, y su posterior sobreinfección; y que en múltiples ocasiones pasa desapercibida por el médico de asistencia.

Descubrimiento

Descubierto por Henle y Berguer en 1841, los que observaron por primera vez especimenes de Demodex sp. en folículos pilosos de humanos. Fue descrito en detalle por Simón en 1842. Akbulatova en 1963 distinguió dos formas del parásito a las que Desch y Nutting en 1972 se refieren como especies independientes: Demodex folliculorum y Demodex brevis. Vasallo y Martín – Rabadán atendiendo a características de localización en diversos nichos del cuerpo, consideran que Demodex folliculorum se encuentra en el folículo piloso y Demodex brevis en las glándulas sebáceas.

Infección Frecuente

La infestación por Demodex sp. en los folículos del borde palpebral en humanos es frecuente, aunque esto es poco conocido por oftalmólogos de nuestro medio. El rol patógeno, del Demodex sp. aún no ha sido determinado; pero en otros países se le considera como causante o factor que contribuye al desarrollo de enfermedades oculares y/o dermatológicas.
Es importante pensar en el Demodex folliculorum ante todo paciente que se consulte por blefaritis crónica, debido a la facilidad de su diagnóstico y buenos resultados terapéuticos. Por lo que resulta de vital importancia profundizar y ampliar nuestros conocimientos sobre etiopatogenia, cuadro clínico, diagnóstico y tratamiento de la blefaritis Demodex Folliculorum; lo cual lograría disminuir la incidencia y prevalencia de esta enfermedad ocular.
La copulación ocurre en la abertura del folículo. La hembra grávida hace su camino dentro de la glándula sebácea en la cual deposita sus huevos, las larvas nacen 60 horas después de la oviposición, el intervalo entre la copulación y la oviposición es de aproximadamente 12 horas. La larva se alimenta continuamente y muda después de una vida aproximadamente de 40 horas, dando origen a la protoninfa.
Esto ocurre en el conducto pilosebáceo. La protoninfa come continuamente y es a la vez transportada a la abertura del folículo por el derrame del sebo. Las patas de la protoninfa en comparación a las del adulto están débilmente desarrolladas, por este motivo ofrece poca resistencia. La protoninfa después de una vida de 72 horas da origen a la deutoninfa. Después de un corto intervalo durante la cual, la deutoninfa avanza lentamente hacia la superficie de la piel, pudiendo estar allí por 36 horas, pero por lo general permanece cerca de 12 horas y probablemente solo en la oscuridad o a media luz. La deutoninfa entra luego al folículo y muda, después de una vida de 60 horas para convertirse en el adulto. La hembra permanece en la desembocadura del folículo hasta el momento de la copulación.
El número de huevos que produce no se conoce pero podría pensarse que son pocos, porque son de gran tamaño y pocas las larvas que se producen. La hembra adulta habiendo llevado a cabo la oviposición se mueve del interior de la desembocadura del folículo donde después de una vida de aproximadamente 120 horas muere. Ha sido demostrado que cerca de la mitad de los ácaros en la desembocadura del folículo están muertos. Muertos los ácaros tienden a bloquear la apertura folicular, lo que tendería a reducir la oportunidad de nuevas infestaciones de folículos individuales.
Una estimación aproximada del ciclo evolutivo de la hembra sería: huevo 60 horas, larva 36 horas, protoninfa 72 horas, deutoninfa 60 horas, hembra adulta 120 horas, total 348 horas o 14 y medio días. Esto se ha evidenciado en cultivo in vitro. Ha sido demostrado experimentalmente que el Demodex en todas sus etapas huye de la luz (fototaxia negativa). La larva, la protoninfa y la hembra adulta migran hacia la porción más ancha del folículo, mientras que el macho adulto y la deutoninfa se pueden mover hacia la parte más estrecha del mismo. La deutoninfa es más resistente al calor y a la desecación que las otras etapas. La larva y la protoninfa comen continuamente y la hembra adulta intermitentemente, mientras que el macho adulto raramente come y la deutoninfa nunca.
La sobrevida y la duración de los procesos degenerativos pueden diferir de un Demodex a otro, aun en la misma preparación. Cuando se conserva bajo condiciones ordinarias el Demodex morirá en pocas horas. Si se usa aceite de inmersión podrá sobrevivir 14 días, con aceite de lanolina 11 días, en refrigeración 15 minutos.










Incidencia

Tiene una amplia distribución en todo el mundo. El papel patogénico de Demodex folliculorum es aún materia de controversia. Algunos autores lo consideran como un parásito oportunista; otros han considerado que puede actuar como vector de hongos y bacterias. También hay quienes manifiestan que pueden vivir en simbiosis con el hombre. Su incidencia en el hombre aumenta con la edad y se ha observado una mayor frecuencia en pacientes con: acné rosácea, dermatitis seborreica, inmunodeficiencias congénitas y adquiridas, diabetes, SIDA y leucemia. Así como en diversas enfermedades oftalmológicas: conjuntivitis, blefaritis eccematosa crónica, chalazión e intolerancia a lentes de contacto.


Características biológicas

DEMODEX FOLLICULORUM. Macho. Tiene una longitud aproximadamente de 279.7 micras del cual el opistósoma (abdomen) ocupa 7/10 de ese valor. Tiene un cefalotórax y un rostro o mandíbula trapezoidal más largo que ancho. El bulbo faríngeo en forma de herradura situado en la parte posterior; una cerda submandibular diminuta de dirección anterior y que termina en el bulbo faríngeo.
La espina supracoxal tiene con una proyección posterior pequeña y otra interna larga. El palpo tarsal (un apéndice sensorial) muestra cinco diminutas garras encorvadas, tiene cuatro pares de patas uniformemente espaciadas a lo largo del podosoma, cada una con un par de garras tarsales. Patas bífidas distalmente y con un largo espolón. Las placas epimerales se hallan en la línea media. El orificio genital tiene localización dorsal con una protuberancia triangular pequeña y una estrecha hendidura situada en nivel de las segundas patas.
El opistósoma o abdomen es transversalmente estriado y redondo anteriormente. El protodeum u orificio anal está ausente. Hembra. Tiene una longitud media de 294 micras en igual proporción que el macho. El rostro o mandíbula y las estructuras asociadas similares al macho pero el promedio de longitud y anchura es cerca de dos veces más grande. La cerda podosomal dorsal en forma de lágrima, el par posterior más lejos que el par anterior. Una vulva en forma de hendidura de 8.5 micras de longitud, que se extiende anteriormente y termina a un cuarto de abdomen.
Huevo en forma de punta de flecha, de 104.7 x 41.8 micras.
Larva delgada, vermiforme, mide 282.7 micras de longitud, máxima anchura de 33.5 micras entre las patas II y III. Bulbo faríngeo en forma de herradura abierto posteriormente. Dos patas segmentadas; la pata anterior de cada tarso con una sola garra trifídica y un espolón dorso lateral prominente. Protoninfa. Es más larga que la larva con 364.9 micras de longitud. Máxima anchura de 36.3 micras entre las patas II y III. Las patas como en la larva cada una con un par de garras trifídicas. Ninfa. Es delgada y vermiforme. Mide 392 micras de longitud. La parte más ancha es de 4l.7 micras y está a nivel de las patas III. El Demodex folliculorum es muy similar al Demodex canis, pero este último es más pequeño y con otros cambios en su morfología.

Habitad

Aunque Demodex folliculorum y Demodex brevis se encuentran en los complejos pilosebáceos de la piel, ellos ocupan diferentes sitios. Demodex folliculorum habita los folículos de cabellos a nivel de las glándulas sebáceas o de los ductos pilosebáceos usualmente tres o más ácaros se encuentran en un solo folículo.
Demodex brevis habita sobre glándulas sebáceas y de meibomio de los cabellos. Esta especie es más solitaria que Demodex folliculorum; generalmente un solo ácaro o a lo sumo dos, presumiblemente una hembra, se encuentra en los acinos glandulares. Generalmente se encuentra una sola especie aunque se han encontrado las dos especies juntas. La distribución topográfica de Demodex en las unidades pilosebáceas demuestra que el sitio más frecuente es sobre la nariz, luego en el meato auditivo externo y pestañas.
También se pueden encontrar sobre la mejilla. Demodex es más abundante en el párpado inferior que en el superior, lo que puede explicarse por la ruta de migración más corta desde la nariz. La gravedad puede jugar un papel en la migración para las pestañas.El propósito de la migración puede ser de buscar otros nichos donde se pueda reproducir y tenga suficiente comida. Demodex folliculorum consume células del epitelio folicular. Metaplasia epitelial y distensión folicular pueden ocurrir sólo si hay o más ácaros presentes en el mismo folículo, por tanto es considerado patógeno de bajo grado. Demodex aparentemente consume glándulas sebáceas, pero no hay evidencias de metaplasia.
Ha sido implicado como el agente constante de la sequedad de la piel, rosácea eritemato-escamosa que asemeja pitiriasis, rosácea papulo pustular o granulomatosa incluyendo localización en pápulas inflamatorias aisladas, cuero cabelludo alopécico y algunos casos de blefaritis, seborrea, carcinomas de pulmón, atrofia dérmica, pigmentación de piel palpebral, meibomitis, chalazión; también ha sido asociado en pacientes inmunodeprimidos como leucemia o infección por HIV y quimioterapia por cáncer.
Infestación en el hombre
La infestación en el hombre por ácaros del género Demodex puede ser asintomática o bien producir un amplio espectro de manifestaciones clínicas existiendo una relación directa entre el grado de parasitación y la intensidad de los síntomas y también a factores de predisposición innatos del huésped. Se ha podido observar que en algunos pacientes la presencia de cinco ácaros por lámina es suficiente para causar molestias.
Las principales manifestaciones incluyen:
  • Reacciones supurativas y granulomatosas.
  • Inflamación crónica.
  • Enrojecimiento palpebral, prurito, caída de pestañas y aparición de costras o escamas en los párpados.
  • Inflamación folicular que produce edema, facilitando la extracción de las pestañas.
  • Collar de tejido epitelial que rodea la base de las pestañas.
  • Sequedad ocular.
  • Demodex. brevis ha sido implicado también en la formación de chalazión.
Puede o no acompañarse de cambios dermatológicos en la nariz, mejillas o frente. Diagnóstico.


El diagnóstico clínico
El diagnóstico clínico es poco frecuente. Al examen biomicroscópico se identifica en la base de las pestañas una estructura transparente alargada que se describe como espolón y un acúmulo de costras y restos que forman un collar alrededor del folículo piloso (bocamanga o puño de camisa), las mismas, corresponde a sus excrementos, exudados del folículo o proliferación epitelial y es dato diagnóstico. El párpado inferior es el más involucrado. Se puede desarrollar eritema y descarga mucoide y ocasionalmente las pestañas pueden estar distorsionadas o ausentes. Como habita en las glándulas de meibomio, entonces podría pensarse que participa en meibomitis y en el orzuelo interno crónico.
Diagnóstico de laboratorio
Estudio parasitológico completo: es necesario llevar a cabo un estudio cuantitativo indicando el índice de parasitación.
Se extraen 10 pestañas por individuo, 5 de cada ojo alternando entre párpado inferior y superior. Se introducen en pequeños tubos con solución salina y se realiza visualización inmediata con microscopio de luz directo a 40X y 100X, visualizando al ácaro sobre un portaobjetos con una gota de aceite de maní o glicerina donde se aprecian los movimientos del parásito.4,9,10 Para detectar vivo al parásito es preferible una preparación sin tinción, con medio claro, por ejemplo aceite.
Las pestañas son fácilmente partidas y se aprecian hinchadas; hay un marcado edema intercelular en la porción distal del bulbo y un incremento en la producción de queratina, se pueden apreciar arrugadas como si fuera un pedazo de papel secante. Alrededor del folículo puede haber una hiperqueratosis media y un infiltrado de linfocitos.6 Cuando el índice de ácaros /pestaña (a/p) en un paciente es igual o superior a 0,5 se interpreta como una sobrepoblación de ácaro.
En un estudio realizado en Perú se determino que el número de ácaros encontrado con mayor frecuencia estuvo en el rango y de 5-10 Demodex sp. por lámina por paciente; con un 28% del total de positivos; cabe destacar que además se encontró un 2% del total de positivos que presentaron más de 80 Demodex sp. por lámina.6,10 La identificación de los diferentes ácaros se realiza sobre la base de sus características morfológicas. Otro método que permite la observación del parásito, es la estimulación del margen palpebral con un agente irritante; por ejemplo, el éter. Lo que produce una evacuación del ácaro, pero ésta es incompleta, ya que las cabezas permanecen en los ductos de los folículos y las colas se pueden apreciar en la lámpara de hendidura protruyendo de ellos como finas pelusas. En estudios de microscopia electrónica encontraron la presencia de bacterias localizadas superficialmente sobre el cuerpo y probablemente el ácaro actúa como vector de tipo mecánico de la contaminación, bien que les lleve sobre su superficie o por ingestión y posteriormente excreción o vómitos.
Los movimientos migratorios del parásito transportan la bacteria sobre su superficie permitiendo la transferencia de los microorganismos de la profundidad del folículo a la superficie de la piel. Asumiendo que el parásito es un vector, puede haber un vasto reservorio de infecciones bacterianas en forma de ataques recurrentes de inflamación en los que la terapia tópica abatirá los síntomas temporalmente.4,17 En vista de esto, en los casos de blefaroconjuntivitis recurrente tiene que sospecharse la presencia del parásito.
Estudios en medicina tropical explican que estos ácaros pueden transportar Ricketsia patógena, como por ejemplo Trombicula akamushi, de la enfermedad del tifo del norte de Australia.18-20 Más recientemente han aislado otros virus en estos ácaros por lo que habrá que excluir la posibilidad de que Demodex folliculorum sea un vector del herpes simple y probablemente del tracoma. Por haber sido hallado en varios casos de cáncer de piel se ha pensado que intervenga en la génesis de la enfermedad, también puede transmitir la lepra.4 Estudios más recientes demuestran que estos ectoparásitos y sus productos estimulan mecanismos de hipersensibilidad con producción de anticuerpos y reacciones inmunes mediadas por células. Cuando los mecanismos de defensa del huésped se encuentran comprometidos como resultado de una enfermedad congénita o adquirida o por el uso de drogas como los esteroides, la infección se desarrolla con mayor facilidad.

Tratamiento
Debe ir encaminado a la eliminación del parásito mediante:

1 Limpieza de párpados y pestañas con solución de higiene palpebral dos veces a base de:
  • Acido bórico al 1,5%,
  • Bborato sódico al 0,3%,
  • EDTA disódico al 0,1%,
  • Polisorbato al 2%,
  • Propilenglicol al 1,9% (Cilclar® Novartis, España), al día.
2 Aplicación de éter en borde palpebral una vez por semana.
3 Pomada con óxido amarillo de mercurio al 2% preparada galénicamente con vaselina /lanolina (7:3) todos los días por la noche las dos primeras semanas, y días alternos las cuatro semanas siguientes hasta disminución o desaparición de ácaros y síntomas.
  • La aplicación de éter una vez por semana se continúa en algunos pacientes hasta 2 meses posteriores a la aplicación de la pomada de óxido amarillo de mercurio.
  • La toxicidad que puede aparecer tras la aplicación del óxido amarillo de mercurio al 2% es una de las desventajas del tratamiento específico para Demodex ya que la aplicación tiene que ser muy cuidadosa evitando el contacto con la mucosa ocular y la pomada debe retirarse a la mañana siguiente con una cuidadosa higiene palpebral.
  • Para evitar la recurrencia de los síntomas se aconseja continuar con las aplicaciones de éter semanales después de concluido el tratamiento con la pomada de mercurio durante dos meses y mantener una adecuada higiene en los párpados.
  • Para los pacientes que presentan manifestaciones alérgicas o tóxicas al mercurio algunos autores aconsejan la aplicación de gel de pilocarpina al 4%, aunque la aplicación tiene que limitarse a los márgenes palpebrales para evitar los efectos secundarios de este fármaco. No se sabe con exactitud cuál es el efecto que posee sobre los ácaros, pero se cree que ejerce una acción tóxica debido a su acción muscarínica impidiendo la movilidad y respiración de éstos parásitos. Otros autores proponen la utilización de metronidazol tópico al 2% en casos de alergia al mercurio pero no está claro cual es el mecanismo por el que este fármaco alivia los síntomas y reduce el número de ácaros en las blefaritis crónicas por Demodex.




jueves, 14 de febrero de 2013

Demodex en la Blefaritis


No todo en una blefaritis es patologia de las glándulas de Meibomio y de la secreción grasa palpebral.
Para reconocer mejor la patogenicidad del ácaro Demodex, se analizaron Bacillus oleronius en pacientes con blefaritis crónica.
Los estudios se realizaron en 68 pacientes adultos, en los cuales las pruebas oftalmológicas y parasitológicas permitieron la distinción de un grupo de 38 pacientes con un diagnóstico de blefaritis crónica complicada con Demodex( grupo 1, incluyendo un subgrupo 1a con blefaritis moderada y un subgrupo 1b con blefaritis grave) y un grupo de 30 individuos sanos (grupo 2). En cada persona estudiaron seis pestañas de cada ojo y e anotó el número de Demodex por pestaña.

Se evaluó la sensibilidad a los fármacos. La intensidad de la infestación por Demodex no mostró diferencias significativas entre los subgrupos 1a y 1b. Todas las cepas estudiadas de bacillus, fueron sensibles a ciprofloxacina, doxiciclina y gentamicina. El ácaro Demodex representa un factor etiopatogénico independiente en la blefaritis. En paralelo, el parásito puede actuar como un portador de bacterias Bacillus oleronius, que muy probablemente funciona como un co-agente patógeno en el desarrollo de las formas graves de blefaritis.









“Las bacterias transportadas por pequeños ácaros de la piel pueden ser responsables de la condición conocida como rosácea dermatológica, según los investigadores.”
En varios artículos de investigación, se lee…

*Hay más de estos ácaros en la piel de los pacientes con rosácea que en aquellos sin…
*Una bacteria (Bacillus oleronius) se ha encontrado en los ácaros y en personas con rosácea.
*Esta bacteria puede ser eliminada con los mismos antibióticos que parecen tener cierto éxito en el tratamiento de la rosácea.
*Personas con rosácea tienen una reacción inmune a los compuestos de esta bacteria y, otra bacteria, Staphylococcus epidermis también aparece en pacientes con rosácea, pero no los pacientes libres de la rosácea.

La rosácea es una afección común dermatológica que afecta predominantemente a las regiones centrales de la cara. La rosácea afecta hasta un 3% de la población mundial y un número de subtipos son reconocidos. La rosácea se puede tratar con una variedad de antibióticos (por ejemplo, tetraciclina o metronidazol) pero todavía no se ha establecido una etiología bacteriana de manera concluyente. La densidad de los ácaros Demodex en la piel de los pacientes con rosácea es mayor que en los controles, lo que sugiere un posible papel de estos ácaros en la inducción de esta condición. Además, los bacillus, se sabe que son sensibles a los antibióticos usados ​​para tratar la rosácea, (… se ha aislado el ácaro Demodex de un paciente con rosácea pápulosa. El  Staphylococcus epidermidis se ha aislado predominantemente de las pústulas de los pacientes de rosácea, pero no de la piel no afectada y puede ser transportado alrededor de la cara por los ácaros Demodex).
Estos resultados plantean la posibilidad de que la rosácea es fundamentalmente una enfermedad bacteriana que resulta de la proliferación de ácaros Demodex que viven en la piel dañada como consecuencia de la desfavorable intemperie, la edad o la producción de grasa, con un contenido graso alterado.

El papel patógeno de los ácaros Demodex, así como B. oleronius y S. epidermidis, en la inducción y persistencia de la rosácea sigue siendo un problema sin resolver. La falta de una respuesta inmunológica a los ácaros Demodex en la piel sana plantea la posibilidad de inmunosupresión localizada, facilitando la supervivencia del ácaro. Esperemos que los resultados de las nuevas investigaciones nos acercan a la comprensión del papel de los microbios en la patogénesis de la rosácea y ayudar en el desarrollo de terapias nuevas y más eficaces para el tratamiento de esta enfermedad .
Muchos de estas investigacione son válidas para algunas blefaritis intratables.

martes, 25 de diciembre de 2012

Medicamentos para la Blefaritis

Esta es una lista de algunos medicamentos para combatir la blefaritis, la información se obtuvo de vademecum.es, cada uno de ellos tiene una acción especifica, algunos son de limpieza ocular otros tienen corticoides o combaten infecciones.


AUXINA A MASIVA Cáps. 50.000 UI
CELESTONE-S COLOIDE OFTALMICO Gotas 1/100 mg/1 ml
CHIBROXIN Sol. oft. 0,3%
COLIRCUSI GENTAMICINA 0,6% Colirio en solución 6 mg/ml
OCULOHEEL Colirio en solución monodosis
OFTACILOX 3 mg/g Pom. oft. 3 mg/g
OFTACILOX 3 mg/ml Colirio en solución
OFTALMOLOSA CUSI AUREOMICINA Pom. oft. 5 mg/g
OFTALMOLOSA CUSI GENTAMICINA Pom. oft. 3 mg/g
TERRACORTRIL OTICO-OFTALMICA Pom. ótico/oft.
TOBRABACT Colirio en solución 3 mg/ml
TOBRADEX Colirio en suspensión 1 mg/ml + 3 mg/ml
TOBREX 3 mg/ml Colirio en solución
TOBREXAN Colirio en solución 3 mg/ml


Fuente:
http://vademecum.es/enfermedad-blefaritis_2662_1

Si alguien tiene algún remedio o tratamiento para recomendar no duden en comentarlo....

La alimentacion y los ojos

Atiborrarnos a zanahorias no nos va a reportar una vista de lince. Pero necesitamos zinc y vitaminas A, B, C y E para mantenerla sana. Casi el 70% de las patologías oculares se relacionan con problemas de nutrición.


ELENA SEVILLANO 
Los ojos de un gran miope de 40 años son los de alguien de 50; envejecen 10 veces más que los sanos a partir de 10 dioptrías, según establece el catedrático de Oftalmología Jorge Alió. Al igual que la piel -que es un excelente indicador indirecto de cómo se encuentran nuestros órganos visuales-, los ojos necesitan antioxidantes que ayuden a paliar o al menos a ralentizar este proceso de desgaste. "Sufren los mismos tipos de agresión", insiste el profesor.

La luz, los rayos ultravioleta y la nutrición son factores a los que los oculistas prestan cada vez mayor atención. La buena noticia es que el clima mediterráneo, abundante en horas de sol y rayos UVA, es muy beneficioso para la visión junto con una dieta rica en vitaminas, minerales y sustancias carotenoides y flavonoides, que protegen, barren y limpian los radicales libres. La mala noticia es el abandono a pasos agigantados de esa dieta mediterránea.

"Cuando nos quemamos la piel, nuestros ojos también pueden quedar afectados, irritados, secos, incluso con una lesión en la retina", tercia Francisco Arrieta, especialista de la unidad de nutrición y dietética del hospital Ramón y Cajal de Madrid y defensor de la alimentación como eje transversal en cualquier especialidad médica.

El mito de la zanahoria

Siguiendo el paralelismo, si la zanahoria es buena para potenciar la protección natural de la piel contra el sol, también lo es para la vista. Es más, quizá a usted de niño le dijeran que tomara mucha para tener ojos de lince. Exageraciones aparte, la cuestión es que se trata de una hortaliza rica en vitamina A (presente también en espinacas, tomates o melocotones), necesaria además para la visión nocturna, que suele ser mala en los miopes.

Recientemente se han comercializado lágrimas artificiales con suplemento de esta vitamina, que puede producir una mejoría en la blefaritis (inflamación crónica de los párpados), refiere Francisco José Muñoz Negrete, jefe del servicio de oftalmología de hospital madrileño.

"Cerca del 70% de las patologías oculares se relacionan con problemas de malnutrición", tanto por defecto como por exceso, sentencia el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), que apunta que "es necesario llevar una alimentación sana y equilibrada para mejorar la salud visual". ¿Alimentos recomendables? Aquellos que aportan vitamina A (ya lo hemos dicho) y B (cereales, frutos secos, verduras), C (cítricos o pimientos), E (espárragos, lechuga o guisantes), y zinc (apio, espárragos, hígado, patata). Las antocianidinas (cerezas, frambuesas, manzanas o ciruelas) "contribuyen a reparar las células nerviosas de la retina, aportando nutrientes al ojo": varios autores han encontrado que con su uso mejoran los síntomas de la astenopía o cansancio visual.

Ingerir con regularidad pescado azul puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir una degeneración macular asociada a la edad, según algunos estudios. "Los aceites grasos Omega 3 tienen efectos antiinflamatorios, mejoran la calidad de la película lagrimal y refuerzan los mecanismos antioxidantes del ojo; favorecen el metabolismo de los fotorreceptores de la retina y se convierten en vehículo de otras sustancias beneficiosas", enumera Alió. Muñoz Negrete suma "antioxidantes, incluyendo vitaminas C y E, carotenoides, luteína y zeaxantina" a la receta contra la degeneración macular. Y concede a los antioxidantes "cierto efecto protector contra las cataratas". Brócoli, cítricos y arándanos, "por su elevado contenido en flavonoides antocianósidos".

Encontramos otros antioxidantes naturales, como el chocolate negro, té verde, melatonina y vino tinto en dosis bajas, "cuya utilidad real en la prevención o mejoría de enfermedades oculares relacionadas con el aumento del metabolismo oxidativo no ha sido probada", aclara.

Lactancia y miopía

El jefe de oftalmología del Ramón y Cajal cuenta, como hecho curioso, que en Singapur, donde la incidencia de la miopía es muy alta, su prevalencia era un 7% menor en los niños que habían sido alimentados con leche materna. Lo que podría indicar que "el calcio y la vitamina D3" tendrían un papel, "aunque muy discreto", en esta reducción. Muñoz Negrete enfatiza que en la sociedad occidental, la alimentación habitual proporciona lo necesario para un normal metabolismo del ojo, a menos que medie una enfermedad (o el abuso de alcohol o tabaco, en algunos casos) que dificulte la absorción de vitaminas, causando una neuropatía óptica nutricional.

Ni la miopía (un problema físico interno del ojo que tiene que ver con el índice de refracción) se quita sin una intervención quirúrgica ni existen los alimentos milagrosos. Pero sí que hay remedios naturales y caseros útiles para calmar irritaciones o rebajar ojos hinchados. Como la eufrasia. O la manzanilla, cuya variedad amarga es "un potente oxidante con propiedades antiinflamatorias", según explica Alió. Por vía oral "no hace nada". Es para uso tópico: se debe hervir en agua y aplicar, sin guardar la infusión para sucesivos tratamientos porque "es fácilmente contaminable".

Obesidad y glaucoma  

  Un índice de masa corporal (IMC) más alto se relaciona con una mayor presión intraocular y con un mayor peligro de sufrir un glaucoma (primera causa de ceguera en el mundo y segunda en España), según ha constatado el grupo de investigadores de CIBERobn encabezados por el doctor Vicente Zanón Moreno. El equipo estudia la relación que existe entre esta grave patología visual y la alimentación, a través de la nutrigenómica, la ciencia que indaga en el efecto de la nutrición a nivel molecular y genético, y busca cómo tratar enfermedades relacionadas con el metabolismo gracias al diseño de dietas personalizadas.


Eficacia de la azitromicina oftálmica en casos de blefaritis


La blefaritis es una patología inflamatoria ocular crónica con una etiología compleja. La Academia de oftalmología clasificó la patología en anterior o posterior según afecte primariamente la región de las pestañas o los orificios de las glándulas de Meibomio, respectivamente. Sin embargo, no son excluyentes y generalmente se presentan juntas por la proximidad de las zonas involucradas.

Las 30-40 glándulas del párpado superior y entre 20 y 40 del inferior secretan meibomio, que forma la capa exterior de la película lacrimal y que, según la teoría  tiene cuatro funciones: reducir la evaporación de la película lacrimal, prevenir el desborde por los párpados, prevenir la contaminación de la película y sellar los párpados entre sí durante el sueño. La inflamación crónica del párpado puede causar cambios anatómicos en éste y la posterior inflamación de las glándulas de meibomio. Estos cambios anatómicos pueden traducirse en menor calidad de las secreciones glandulares y de no tratarse puede provocar daños en la superficie ocular. Los signos y síntomas de la patología incluyen: disfunción de las glándulas de meibomio, enrojecimiento del borde de los párpados, enrojecimiento de la conjuntiva, costras en el párpado y/o pérdida de pestañas, hiperqueratinización del párpado, lagrimeo, irritación ocular y de los párpados, ardor y picazón.

Queda claro que aún no se comprende en su totalidad la etiología y patología de la blefaritis.  Por lo tanto, no resulta sorprendente que aún no haya un tratamiento aprobado por la FDA para dicha afección. Tanto la rosácea como la dermatitis seborreica y la psoriasis han sido asociadas con la etiología de la blefaritis, también se vieron implicados las mismas bacterias, hongos y parásitos. Sin embargo existen estudios que han demostrado otro tipo de etiología, la de inflamación no asociada con infección.

Ya se ha observado que el síndrome de disfunción lacrimal con o sin disfunción de las glándulas de meibomio, causa inflamación de la superficie ocular demostrada por el incremento en la concentración de citoquinas y quemoquinas en las lágrimas, entre éstas factor de necrosis tumoral α (TNF α), interluquina -6 (IL-6), IL-8 y proteína inflamatoria macrofaga (MIP)-1 α.

En especial las bacterias son interesantemente sospechosas por la diversidad de la flora del párpado y la superficie ocular, considerando su proximidad. Entre los estudios publicados se ha mencionado colonización de Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis, Propionibacteruim acnes y corynebacteria en ojos con blefaritis. El vínculo entre las bacterias y la blefaritis sigue estando incompleto en la literatura. Por lo tanto, es menester seguir investigando la posibilidad de que las bacterias estén involucradas en la etiología de esta patología.

La solución oftálmica de azitromicina 1% es un antibiótico de amplio espectro macrólido aprobado por la FDA para el tratamiento de la conjuntivitis bacteriana. Los investigadores han comprobado que además de la actividad antimicrobiana, los macrólidos inhiben la producción de citoquinas.

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, el presente estudio piloto fue diseñado para evaluar el efecto de la solución oftálmica de azitromicina 1% sobre los niveles de citoquinas en lágrimas, la carga bacteriana del borde de los párpados y los signos y síntomas oculares de personas con blefaritis.

Pacientes y métodos:

Intervinieron 26 pacientes (edad media 64,2 años; 65% sexo femenino, 100% raza blanca) con blefaritis moderada a grave. Recibieron solución oftálmica de azitromicina 1% durante 28 días (dos veces por día los dos primeros días y una vez los días siguientes). Se evaluaron los signos y síntomas de blefaritis en línea de base (día 1) y se compararon con los del final del tratamiento (día 29) y en dos visitas de seguimiento posteriores (2 y 4 semanas post-tratamiento). Se recolectaron lágrimas y tomaron cultivos del borde de los párpados en línea de base y al final del tratamiento para medir las citoquinas.

La blefaritis representa un desafío continuo para la comunidad oftalmológica. Las consecuencias de la inflamación crónica de los párpados incluyen cambios anatómicos que afectan la capacidad de éstos de dispersar la película lacrimal sobre la superficie ocular. Es importante entender cual es la mejor forma de diagnosticar y tratar esta condición para evitar las secuelas.

Un estudio anterior comparó los resultados del tratamiento de blefaritis con compresas calientes y azitromicina y solo con compresas, notando mejores resultados en los pacientes tratados con azitromicina.

En el presente estudio también se observaron mejoras en los signos y síntomas de blefaritis tanto al final del tratamiento como cuatro semana después de finalizado el mismo. La continuación de una mejora estadísticamente significativa desde línea de base hasta la finalización del tratamiento en los signos clínicos de taponamiento de las glándulas de meibomio, enrojecimiento conjuntival palpebral, enrojecimiento del borde de los párpados y secreciones oculares y de todos los síntomas evaluados sugiere un efecto prolongado del tratamiento.

El factor decisivo es si la etiología de la blefaritis está asociada con bacterias o no. Las citoquinas actúan como mediadores de la inflamación y la inmunidad, como es el caso de la citoquina proinflamatoria IL-1, por ejemplo,  implicada en diversas patologías oculares como ojo seco y queratitis microbiana.

Con respecto al aspecto infeccioso de la patogénesis de la blefaritis, los descubrimientos bacteriológicos demostraron que, con excepción de S.aureus, ninguno de los gérmenes aislados es considerado patogénico. Los resultados del presente estudio indican que la confluencia de los niveles de corinebacteria y staphylococci coagulase-negativa, pero no P.Acnes, puede estar implicada en la blefaritis.  A pesar de que la población del estudio fue reducida y no hubo grupo sano de control para comparar la flora del párpado, esta observación coincide con la teoría de detección de quórum (quórum sensing) como posible patogénesis bacteriana de la blefaritis. Al cambiar la densidad bacteriana, la detección de quórum puede activar la transcripción de genes bacterianos alternativos, aumentando la producción de mediadores proinflamatorios o enzimas digestivas. Este mecanismo podría explicar la mejoría de los síntomas y signos de blefaritis con el tratamiento.

En general, el tratamiento de cuatro semanas con solución oftálmica de azitromicina 1%, sin utilización de compresas u otro tratamiento mecánico, en pacientes con blefaritis, demostró mejoras estadísticamente significativas en todos los síntomas y signos de blefaritis. Se observaron reducciones significativas desde la línea base de staphylococci coagulase negativa y coryneform bacteria después del tratamiento y no hubo cambios en la concentración de citoquinas en las lágrimas. La azitromicina fue bien tolerada en la población estudiada.

Conclusiones:

La azitromicina aportó una mejora significativa en los signos y síntomas de blefaritis luego de cuatro semanas de tratamiento que persistieron en el período de seguimiento de cuatro semanas más.

Blefaritis: Últimos descubrimientos acerca de las bacterias que provocan la blefaritis.



La blefaritis es una enfermedad ocular, inflamatoria, crónica. También se caracteriza por brotes y remisiones, que complican la comprensión de su etiología. Los síntomas clásicos son engrosamiento, ardor de  párpados, enrojecimiento de los bordes, secreciones anormales, obstrucción e infección de las glándulas de meibomio.

Los tratamientos normales contra la blefaritis son simplista y arcaicos, y no llegan a tratar las causas subyacentes de la enfermedad. Actualmente, contamos con la limpieza de párpados para tratar esta afección que se conoce desde tiempos antiguos. Una mejor y más amplia comprensión de su etiología nos servirá para mejorar los modelos y tratamientos clínicos.

Durante décadas, las investigaciones acerca de la blefaritis se han centrado en su clasificación y descripción, como así también en sugerencias de tratamientos. En 1982, James McCulley, clasificó la blefaroconjuntivitis crónica en seis categorías. Lamentablemente, los síntomas y causas de la blefaritis generalmente se superponen, haciendo aún más difícil su diagnóstico y tratamiento. Por ejemplo, existen hongos como el Pityrosporum ovale que toma nutrientes de la grasa y se encuentra en zonas con muchas glándulas sebáceas, está aparentemente involucrado en la patología de la dermatitis seborreica. También se identificaron pequeños artrópodos como causantes de blefaritis. Sabemos que dos especies de ácaros Demodex  viven en los folículos de las pestañas en humanos, aunque normalmente son benignos pueden facilitar las infecciones por sistemas inmunológicos deprimidos o edad avanzada. Sus huevos y cuerpos en descomposición obstruyen las glándulas de meibomio provocando blefaritis. Finalmente, la blefaritis angular implica la obstrucción de los conductos lagrimales y puede estar causada por bacterias: estafilococos (gram-positivos) y/ o moraxella (gram-negativos).

Aunque se sabe que existen bacterias involucradas en la patogénesis de la blefaritis, ha sido difícil cuantificar la presencia de bacterias virulentas. El descubrimiento de lo que en microbiología se conoce como “quórum sensing” (detección de quórum), nos permitió darnos cuenta de que en realidad la blefaritis es mucho más complicada de lo que originariamente se creía, ya que no implica la infección por una sola bacteria, sino más bien un desequilibrio de múltiples especies bacterianas, Cuando estas especies están equilibradas, pueden no ser patógenas.

Sabemos que el Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermis junto con otro tipo de flora, son gérmenes característicos en los párpados, pero  existen en mayor grado en los párpados con blefaritis.

Las bacterias de los párpados son impredecibles, aparecen, desaparecen y vuelven a aparecer con el tiempo. Los niveles de población pueden variar de acuerdo con una serie de factores, incluyendo componentes de los residuos de la película lagrimal, espacio disponible, nutrientes disponibles, medio ambiente/ ubicación geográfica, respuesta inmune, etc. El “quorum sensing” es la capacidad de las bacterias de reaccionar a su propia densidad de población, y se rige por la secreción bacteriana de moléculas denominadas auto-inductores.
Al crecer la población bacteriana, el nivel de auto-inductores se incrementa, llegando finalmente a un umbral de activación de vías de señalización en las bacterias. Estás vías de señalización expresan diversos factores, incluyendo los asociados con la virulencia. Una vez que perciben un tamaño de población determinado, sus genes los ponen en acción, dando distintos resultados desde bioluminescencia hasta la formación de bio-películas o incluso la producción de factores de virulencia.

El “quórum sensing” se conoce hace diez años, pero existen pruebas de la comunicación entre bacterias desde los años ´60 y ´70. Con el “quórum sensing” se descubrió que todas las bacterias, gram-positivas y gram-negativas, comunican su presencia dentro y entre especies. Esto constituye un desafío a los métodos tradicionales de investigación bacteriológica y hace más difícil la investigación sobre la blefaritis.

La flora bacteriana en partes sanas del cuerpo, existe en niveles que permiten una relación simbiótica con el huésped. Las bacterias en piel sana no se convierten en patógenas hasta que la población aumenta más allá de un punto crítico, rompiendo la relación simbiótica con el huésped. Asimismo, estas bacterias existen a priori, lo que hace difícil distinguir amigos de enemigos. Bacterias benignas pueden volverse malignas de un día para el otro. Cepas de S. Epidermidis, una de las bacterias que con mayor frecuencia se aislan en párpados de pacientes con blefaritis,  pueden producir factores de virulencia que son el resultado de la activación genética del “quórum sensing”. El S.epidemidis produce mediadores pro-inflamatorios en la última etapa de la infección cuando la densidad ha aumentado, provocando la producción de citoquinas inflamatorias y la atracción de neutrófilos. Los factores de virulencia de S.Aureus también han mostrado atraer neutrófilos y ambos, S. Epidermidis y S aureus, producen protasas que se ha comprobado inducen CXC, quemoquinas in vitro, lo que también es el origen de la inflamación neutrófila en la rinosinusitis crónica. 

En teoría los niveles de S. Epidermidis y S. Aureus en párpados sanos se encuentran por debajo de la densidad necesaria para la activación genética del  “quórum sensing”. Existen múltiples especies bacterianas en el párpado, capaces de reaccionar ante la densidad de las otras, lo que convierte a la blefaritis en una patología multimicrobiana. Ya que el “quórum sensing” regula la conducta de las bacterias, sería importante investigar estos mensajes inter-bacterianos que pueden provocar una patología.

Las investigaciones sobre blefaritis pueden aprovechar el estudio de otras patologías polimicrobianas. Lo que aparenta ser una insignificante patología bacteriana puede contribuir al inicio de otras patologías. Por ejemplo, la periodoncitis, una patología de las encías causada por microflora oral patógena, está asociada con patología cardiovascular, diabetes e infarto. Por esto es importante considerar todo tipo de bacterias al investigar las patologías multimicrobianas y tratar de optimizar los métodos de cultivo para detectar todas y cada una de las bacterias presentes en la flora.

Los adelantos en la tecnología y diagnóstico clínico nos llevarán a comprender y distinguir las diversas manifestaciones de la blefaritis, para posibilitar el desarrollo de tratamientos acordes. Mediante fotografías en primer plano del párpado, se puede examinar hasta mínimos detalles, así hemos descubierto que la blefaritis es una patología focal, la patología no se manifiesta uniformemente en todo el párpado, existen grados de gravedad que difieren entre las distintas glándulas y secciones del párpado. Al identificar las glándulas enfermas, los investigadores podrán hacer un seguimiento y evaluar la misma glándula a lo largo de la prueba clínica utilizando escalas estandarizadas para graduar la viscosidad y claridad del meibomio. Como así también puede medirse el grado de hiperemia del párpado.


Los investigadores oftalmológicos pueden aprender mucho del trabajo de los especialistas en microbiología. Ya hemos explicado la insuficiencia de los tratamientos de limpieza de párpados y antibióticos para controlar la dinámica de la flora bacteriana. Debido al creciente aumento de la resistencia a los antibióticos, los investigadores ya están trabajando para determinar si el método de interceptar las comunicaciones bacterianas resulta viable para los antibióticos.

Al exponer una flora normal a antibióticos que no están dirigidos a una población patógena se puede estar incrementando la resistencia a los antibióticos. Los tratamientos antibióticos con el fin de reducir o alterar los niveles patógenos, más que erradicar todas las bacterias, pueden servir más para mejorar en general la salud ocular. Se  ha observado este fenómeno en otras partes del cuerpo. Un  desequilibrio en la flora gastro-intestinal puede provocar inflamación. Los tratamientos para este tipo de patología apuntan a restaurar el equilibrio, resaltando la importancia de mantener las bacterias comensales en el lugar de la infección.



Dres. Mark B. Abelson, MD, Andrew Workman y Ava Taylor, North Andover, Mass
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.
Reviewe of Ophthalmology, Vol. No.: 14:10.Issue 10/1/2007


Blefaritis por: José A. de la Osa (Entrevista)


La blefaritis se define como la inflamación de los párpados debido a una alteración en el funcionamiento de las glándulas que se encuentran en el margen palpebral.  En condiciones normales, estas glándulas producen una secreción grasa que ayuda a lubricar la superficie del ojo y la cara interna de los párpados.

En los pacientes con blefaritis, estas glándulas se hallan obstruidas y sus secreciones quedan estancadas, lo que posibilita la formación de ácidos grasos que irritan la superficie ocular. El margen de los párpados se muestra en estos casos inflamado y enrojecido.

Nuestro interlocutor, el doctor Franklin Dotres Hidalgo, es especialista de primer grado en Oftalmología y en Medicina General Integral, con una maestría en Enfermedades Infecciosas. Se desempeña en el Servicio de Oftalmología del hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, en la capital.

—¿Es una enfermedad en sí misma, o el resultado o “anuncio” de alguna otra dolencia?

—Es una enfermedad que puede también estar vinculada con la aparición de orzuelos (inflamación circunscrita al borde del párpado, siempre de causa infecciosa).


O el denominado chalazión o calacio, o más popularmente “chalazo”, que es la inflamación de las glándulas sebáceas  del párpado pero debido a la obstrucción del conducto.

—¿Conoce la ciencia las causas que originan la blefaritis?

—Sí. Generalmente es causada por dermatitis seborreica, por infección bacteriana, o una combinación de ambas. Las alergias y la infestación de piojos en las pestañas también pueden desencadenarla, aunque son menos comunes en nuestro país.

—¿Existen factores de riesgo en la aparición de esta dolencia?

—Sí.  Los estados mantenidos de hiperglucemia (azúcar alta), los defectos de refracción como miopía, hipermetropía, astigmatismo.

—¿Y la higiene personal desempeña algún papel en su aparición?

—No debemos descuidar la higiene de los párpados que deben lavarse usualmente con agua y jabón.

—¿En cuanto a la deficiencia de alguna vitamina?

—La blefaritis se ha asociado con trastornos carenciales, sobre todo de la vitamina A.

—¿Es común en nuestro medio? ¿En qué edades afecta con mayor frecuencia?

—Te diría que es bastante frecuente y, de acuerdo con nuestra experiencia, afecta sobre todo a los adultos mayores.

—¿Podría enumerar los síntomas y signos fundamentales?

—La picazón de los párpados, ardor, enrojecimiento y descamación de los bordes de los párpados, irritación, lagrimeo, fotofobia (molestias a la luz), fundamentalmente.

—¿La evaluación médica de los párpados es suficiente para establecer el diagnóstico, o se requieren otros exámenes?

—Básicamente el diagnóstico de certeza se logra mediante el interrogatorio al paciente y el examen físico ocular. En ocasiones se requieren exámenes complementarios como exudados y cultivos de las secreciones palpebrales.

—¿Qué tratamientos se indican a estos pacientes?

—Soluciones antinflamatorias y ungüentos antibióticos cuando la causa es bacteriana, y mantener una estricta higiene de los párpados.


—Este trastorno puede ocasionar complicaciones en el tejido ocular?

—Podría mencionar la aparición de orzuelos y “chalazos”, pérdida de las pestañas, conjuntivitis, queratitis (inflamación de la córnea), inestabilidad en la composición de las lágrimas que puede conducir al denominado síndrome de ojo seco, que se manifiesta por una alteración  cualitativa de la película lagrimal.

—¿Es posible la prevención en el tema que nos ocupa?

—Sí, sobre todo con la adopción de medidas higiénicas, corregir los defectos refractivos, y, en los diabéticos, mantener en cifras normales su nivel de glucosa en sangre.

—Aunque pareciera elemental, ¿cuáles son las funciones principales de los párpados?

—En primer lugar la protección del globo ocular. También una función óptica, y le brinda el componente graso a las lágrimas, lubrica la superficie ocular, primordialmente.

—¿Alguna precisión final?...

—Subrayar  que la blefaritis es una enfermedad que tiende a la cronicidad, por lo que se hace imprescindible su prevención o inmediata atención cuando aparecen las primeras manifestaciones.