Blefaritis
Se llama Blefaritis a la inflamación de los párpados. A menudo su origen se debe a un mal funcionamiento de las pequeñas glándulas que se encuentran en el margen palpebral. En condiciones normales estas glándulas producen una secreción grasa que ayuda a lubricar la superficie del ojo y de los párpados, y que previene la evaporación de las lágrimas. En los pacientes con blefaritis estas glándulas se encuentran obstruidas, sus secreciones quedan estancadas y se forman ácidos grasos que irritan la superficie ocular. El margen de los párpados aparece en estos casos inflamado y enrojecido. El ojo irritado produce secreción mucosa y proteínas y estos se acumulan en el margen palpebral, creando a menudo una costra que es más evidente por la mañana. El depósito de estos materiales proporciona las condiciones óptimas para el crecimiento de bacterias. Las bacterias, a su vez, segregan sustancias irritantes que lesionan, aún más, las glándulas del párpado y que también irritan el ojo.
Por tanto, en la blefaritis se produce un “círculo vicioso” que incluye disfunción de las glándulas del párpado, irritación y formación de pequeñas costras en el margen palpebral e infección bacteriana. Si no se detiene el proceso se produce un empeoramiento progresivo con inflamación dolorosa del margen palpebral, disconfort de la superficie ocular, e incluso disminución de la visión.
La severidad de la blefaritis varía considerablemente de unos individuos a otros. En algunos casos representa sólo una molestia, creando una leve irritación de manera intermitente. En otros, es una enfermedad más seria que puede incluso afectar a la visión.
En las personas que padecen blefaritis, se produce demasiado aceite por parte de las glándulas cercanas al párpado. Se desconoce la razón exacta para este problema. La blefaritis es más probable que se observe con:
Una afección cutánea, llamada dermatitis seborreica o seborrea, la cual a menudo compromete el cuero cabelludo, las pestañas, los párpados, detrás de las orejas y los pliegues de la nariz.
Las alergias y los piojos que afectan las pestañas (menos común).
Proliferación excesiva de bacterias que normalmente se encuentran en la piel.
Rosácea, una afección cutánea que hace que la piel se torne de color rojo.
La blefaritis puede estar ligada a orzuelos y chalazión repetitivos.
El acumulamiento de estos materiales proporciona las condiciones óptimas para el crecimiento de bacterias, que a su vez liberan toxinas, que contribuyen a irritar todavía más los párpados y a agravar más el proceso patológico.
Por tanto, en la blefaritis se produce una cadena que incluye disfunción de las glándulas del párpado, irritación y formación de pequeñas costrasen el margen palpebral, además de infección bacteriana. Si no se detiene el proceso, se produce un empeoramiento progresivo con inflamación dolorosa del margen palpebral, fuertes molestias en la superficie ocular e incluso disminución de la visión.
La gravedad de la blefaritis varía considerablemente de unos individuos a otros. En algunos casos representa sólo una discreta molestia, creando una leve irritación de manera intermitente. En otros, es una enfermedad más seria, que puede incluso afectar a la visión.
Además del mal funcionamiento de las pequeñas glándulas que se encuentran en el margen palpebral, la Miopía también es causante de blefaritis.
Pero aunque esta es la definición etimológica, no usamos el término para todas las inflamaciones del párpado. Así, la inflamación de la piel de causa alérgica sería una dermatitis alérgica y la infección aguda (y dolorosa) de una glándula sería un orzuelo.
Realmente, cuando hablamos de blefaritis nos referimos concretamente a la blefaritis marginal, es decir, de la inflamación del borde libre del párpado (donde están las pestañas, más o menos). Puede ser aguda, crónica, o crónica con brotes de agudización, pero lo que caracteriza a esta enfermedad es:
Ocurre en los dos ojos, y en los dos párpados de cada ojo. Aunque sea asimétrica (más en un ojo que en el otro) y el paciente sólo refiera síntomas en un ojo, en el examen oftalmológico vemos inflamación en los dos.
En muchos casos no da síntomas, o sólo da sintomas en momentos puntuales.
La inflamación no es tan aparatosa como un orzuelo, aunque son problemas relacionados. El diagnóstico de blefaritis, aunque lo sospechemos por los síntomas, se realiza con la lámpara de hendidura, porque hay que ver el borde del párpado con varios aumentos para encontrar los signos de la enfermedad. [Bien es cierto que algunas blefaritis especialmente intensas las vemos directamente en cuanto vemos entrar al paciente en la consulta, pero lo que quiero decir es que se trata de una inflamación difusa cuyos hallazgos se evidencian preferentemente al examinar el borde del párpado con varios aumentos]
Por tanto, en la práctica entendemos por blefaritis la inflamación del borde de los párpados, en donde suelen encontrarse dos factores relacionados: una secreción de alterada de las glándulas, y un componente infeccioso. La blefaritis tiene secundariamente un importante efecto sobre la superficie ocular.
Para entender la enfermedad debemos conocer el lugar en donde se produce.
El borde del párpado
Conozcamos en mayor detalle el borde de los párpados. En la imagen de abajo tenemos un dibujo del párpado superior, cortado y visto de perfil.
Vamos a olvidarnos de algunas estructuras que están en el espesor del párpado, y nos vamos a concentrar en el borde, más o menos donde están las pestañas. Fijándonos de lo más alejado del ojo a lo más cercano, nos encontramos.
La línea de las pestañas: Están en 2 ó 3 hileras, son pelos bastante gruesos y largos, y se ven fácilmente sin utilizar microscopio. Las pestañas están orientadas hacia el exterior, de forma que normalmente no rozan la superficie del ojo.
Todavía en la parte exterior del borde, hay unas glándulas sebáceas pequeñas. Pueden desembocar en el mismo folículo de la pestaña, o desembocar al lado. Como el resto de glándulas sebáceas de la piel, produce una secreción grasa que sirve para “hidratar” la zona, y a la pestaña. También existen algunas glándulas cuya secreción no es grasa, sino acuosa, pero para la blefaritis estas glándulas tienen menor importancia. [Ambas glándulas tienen nombres propios: Zeiss y Moll, respectivamente, pero tampoco son términos muy importantes]
Después hay una zona de separación, donde la piel se va convirtiendo en mucosa (epitelio más delicado, sin queratina, y con más necesidades de humedad).
Ya en la parte posterior del borde del párpado, muy próximas al ojo, hay unas glándulas especiales, que son quizás las principales protagonistas de hoy: las glándulas de Meibomio. Son glándulas sebáceas como las que he explicado antes, pero tienen ciertas peculiaridades.
Son mucho más grandes. El cuerpo de la glándula se prolonga bastante en el espesor del párpado
La secreción grasa, más que para las pestañas, es para la lágrima. ¿La lágrima?. Sí: en la película lagrimal, aunque es en su mayoría agua, hay otros componentes. Y el componente graso es fundamental para que no se evapore demasiado rápido (en el artículo del ojo seco estuvimos hablando del tema). Es pues la principal encargada de la parte grasa de la película lagrimal.
Tipos de blefaritis
- Blefaritis escamosa
- Blefaritis alérgica
Los propios medicamentos utilizados para los ojos, colirios y pomadas pueden ser también los causantes de una blefaritis alérgica de contacto. Los alérgenos de los medicamentos oftalmológicos pueden ser las sustancias activas: neomicina, bacitracina, sulfamidas, anticolinérgicos, antihistamínicos, anestésicos locales, óxido amarillo de mercurio, o los conservadores de los mismos parabenos, mercuriales, etilenodiamina, etc...
- Blefaritis anterior
Puede ser tanto escamosa como seborreica. En este caso, puede afectarse la superficie del ojo si hay mucha colonización por bacterias, pero en caso contrario los síntomas se sitúan preferentemente en los párpados, con enrojecimiento, irritación o picor a ese nivel. Si sólo hay una alteración seborreica no suele dar muchos síntomas.
- Blefaritis posterior
En este caso no puede haber componente escamoso (la infección estafilocócica se sitúa en la raíz de las pestañas, y aquí no hay pestañas), por lo que se sobreentiende que es seborreica. Esta blefaritis recibe otros nombres, como meibomitis, disfunción de las glándulas de meibomio (DGM), espuma de meibomio, etc. Las glándulas de Meibomio se encargan de producir el componente lipídico de la lágrima. Si hay meibomitis este componente está alterado y la lágrima es “de mala calidad”, se rompe y no se mantiene homogéneamente repartida por la superficie del ojo. Así, cuando hablamos de la blefaritis como causa de ojo seco, casi siempre hablamos de blefaritis posterior (un problema de las glándulas de Meibomio)
Fisiopatología
Aunque la blefaritis marginal crónica está asociada con la presencia de Estafilococo epidermidis o de Estafilococo aureus, la enfermedad parece ser una manifestación de hipersensibilidad ante la presencia de la bacteria más que una entidad infecciosa.
En otros casos, la blefaritis aparece de manera aguda y el desarrollo de la enfermedad depende de la etiología. Después de un trauma palpebral, incluso leve, puede aparecer sobreinfección bacteriana impetiginosa. Las infecciones herpéticas son también frecuentes, las más comunes son las producidas por virus del Herpes simplex tipo I y por Varicella-Zoster.
Otras enfermedades dermatológicas como la psoriasis o la rosácea se pueden asociar con blefaritis; lesiones tumorales benignas o malignas del párpado pueden simular blefaritis crónica severa, por lo cual se debe plantear la posibilidad de neoplasia en pacientes mayores con cuadro serio de inflamación palpebral que no cede al tratamiento y que progresa.
Tratamiento
Se trata de una enfermedad crónica que cursa en brotes de exacerbación que se siguen de remisión. Por esta razón, no existe ningún tratamiento curativo que se pueda aplicar en el sentido estricto de la palabra, ya que la blefaritis es recurrente y muy resistente al tratamiento que se vaya a aplicar.
Lo que se intenta con los tratamientos que se aplican para que la enfermedad vaya mejorando no es curar la enfermedad, sino el control de los brotes. Éstos se tratan eliminando delicadamente las escamas de los párpados por la mañana con un champú suave.
Cuando el tratamiento a seguir es el anteriormente mencionado, la forma de aplicarlo es empapar una torunda de algodón en una solución diluida al 50 por ciento con un champú para bebés.
Puesto que la enfermedad cursa en brotes, el tratamiento dependerá de la severidad de cada uno de ellos. En algunos casos se aplicarán cremas de sulfacetamida sódica al 10 por cinto o ketoconazol al 2 por ciento. Por el contrario, en casos severos, tras el lavado de las escamas aplicaremos una loción de corticoides (habitualmente prednisolona al 0,2 por ciento).
Es necesario recordar que la blefaritis es una enfermedad crónica y, por ello, el paciente la puede sufrir durante meses o años antes de acudir al especialista. Para poder observar el resultado del tratamiento será necesario un intervalo suficiente de tiempo.
Esta enfermedad empeora en determinadas circunstancias como son los interiores secos, el invierno, en pacientes con enfermedades neurológicas como puede ser la enfermedad de Parkinson y en estados de inmunosupresión como el VIH.
De igual modo, los pacientes que sufren blefaritis seborreica notan que la enfermedad pasará por distintas etapas mejorando en verano y empeorando en otoño.
La blefaritis tiene tratamiento y se puede sanar. Primero se realiza un examen sobre presencia del parásito demodex folliculorum por un medico infectologo y luego se aplica crema oftalmica oxido amarillo de mercurio por siete dias en los parpados, nacimiento de las pestañas, no al interior de los ojos. Al comienzo pareciera que está peor, pero luego el parásito muere, los ojos se sanan definitivamente. Estuve con esta enfermedad 10 años, ningún médico oftalmologo solucionó la enfermedad. En Chile no se realiza este examen, por lo que las personas mantienen la enfermedad de por vida, hay que pedir que le hagan el examen en Infecto logia.Yo estudié el tema 1 año, aprendí sobre esta enfermedad, hoy mis ojos están sanos. Les pido que COMPARTAN esta información sobre todo en Chile en que muchas personas tienen esta enfermedad y les dicen que no tiene solución. 31-01-15.
ResponderEliminarMe gustaría información si la pomada óxido amarillo de mercurio está en el mercado. Muchas gracias
ResponderEliminarMe parece q el óxido amarillo de mercurio no se vende en España, tal vez por su toxicidad. La permetrina y otros van bien dicen
ResponderEliminarTengo blefaritis posterior por DGMeibomio, tal vez producido por acaros demodex. ¿Sacando solo dos pestañas se puede deducir la sobreinfectación o no?
Me sorprende un párrafo de este excelente artículo, ante la sorpresa de que haya subidas y bajadas en los síntomas. Tal vez sea debido a que una subida coincida con una proliferación o muerte de varios ácaros y una bajada cuando no se produzca este hecho.